Uno de mis hijos decidió este curso hacer un intercambio, con un estudiante francés. Nos pareció que era una buena experiencia para él y accedimos.
El primero que viajó fue el niño francés a nuestra casa. El niño era muy parisino, se cansaba jugando, era muy dormilón, poco hablador, educado.
Un día se fueron a un parque cerrado a jugar mi hijo y sus amigos con varios niños de los del intercambio. en un momento dos de los niños franceses salieron del parque a comprar chuches, cuando fuimos a recogerlos, nos encontramos a mi hijo y su amigo con cara de circunstancias, esperando a los dos franceses que no habian vuelto. Empezamos a buscarles por los alrededores y por la tienda donde habian ido, no les vimos y volvimos al parque preocupados, al llegar ellos ya habian vuelto y además habian quedado con unas niñas para cenar. Y yo preocupada, y ellos ligando. ¡Niñosssssssssss!
